Ésta es una pregunta que en la actualidad ha sido muy debatida y estudiada, debido a que ésta problemática ha tenido gran impacto social en todo el mundo, aun así, la educación al respecto sobre qué es la adicción y cómo se genera es muy poca. Nos permitiremos sumergirnos un poco en este tema tan extenso e interesante, para aclarar muchas dudas y mitos que se han ido creando alrededor de las sustancias psicoactivas a lo largo de los años.
Al indagar sobre éste tema nos encontramos que la palabra adicción hace referencia a un hábito que domina la voluntad de una persona, desde acá tenemos indicios que estos comportamientos pueden ir mucho más allá de un mero gusto. Además que las adicciones no solo se quedan en las sustancias si no que van desde las personas o emociones hasta llegar a los comportamientos más cotidianos de nuestro día, acá podemos romper un gran mito y es que la adicción no solo se presenta por sustancias, con esto nos damos cuenta que no es tan sencillo como pensábamos. Otro gran mito que nace de ésta pregunta es que la adicción se da por la debilidad en la voluntad o un déficit en la personalidad, siendo este uno de los errores más grandes que hemos ido construyendo con el tiempo, las adicciones pueden aparecer debido a que la persona en su historia de vida ha presentado muchas situaciones de crisis que le han ido dejando vacíos emocionales, duelos sin elaborar, sentimientos de abandono o aprendizajes erróneos de cómo se deben afrontar estas situaciones. Son tantos los posibles orígenes de la adicción que hay teorías tanto desde la biología como desde la psicología que nos permiten explicarla.
¿Qué tiene para decirnos la Organización Mundial de la Salud (O.M.S.)?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) en su informe Neurociencia del consumo y dependencia de sustancias psicoactivas define la adicción como una enfermedad emocional, física y con predisposición genética.
Con esto rompemos el último gran mito sobre la adicción y es pensar que la adicción simplemente se fundamenta en el placer que siente la persona al experimentar los efectos de una sustancia, emoción o comportamiento. En la psicología moderna se contempla que el efecto generado sobre la persona no solo le permite experimentar placer sino que también dicho efecto tiene una o varias funciones muy importante en la vida de la persona, estas funciones son las relaciones que se van creando como por ejemplo “Necesito consumir cannabis para dormir” o “al consumir cocaína soy más funcional en mi trabajo”. Todas estas relaciones son aprendizajes erróneos que ha ido construyendo a lo largo de su vida y resignificar la persona. Esto también nos permite entender cómo una enfermedad debe tener un tratamiento clínico llevado a cabo por las personas idóneas y calificadas para el mismo, como lo son terapeutas, psicólogos y psiquiatras especializados en el tema.
Con todo esto podemos concluir que más que una cuestión de gusto o placer hablamos de una grave enfermedad que afecta la esencia misma de la persona y que para poder recuperarse de ella se necesita la ayuda de un tratamiento clínico y profesional llevado a cabo por personas especializadas en la temática de adicciones.