La palabra resiliencia se refiere a la capacidad de sobreponerse a momentos críticos y adaptarse luego de experimentar alguna situación inusual e inesperada con el fin de pensar en un mejor futuro; implica reestructurar nuestros recursos psicológicos en función de nuestras necesidades. Las personas resilientes no solo son capaces de sobreponerse a las adversidades que les ha tocado vivir, sino que van un paso más allá y utilizan esas situaciones para crecer y desarrollar al máximo su potencial.
Hay personas que son resilientes porque han tenido en sus padres o en alguien cercano un modelo de resiliencia a seguir, mientras que otras han encontrado el camino por sí solas. Esto nos indica que todos podemos ser resilientes, siempre y cuando cambiemos algunos de nuestros hábitos y creencias. De hecho, las personas resilientes no nacen, se hacen; lo cual significa que han tenido que luchar contra situaciones adversas o que han probado varias veces el sabor del fracaso y no se han dado por vencidas. Al encontrarse al borde del abismo, han dado lo mejor de sí y han desarrollado las habilidades necesarias para enfrentarse a los diferentes retos de la vida.
El origen del concepto de resiliencia en psicología
El primer autor que empleó este término fue el creador de la teoría del apego, John Bowlby. Más adelante Boris Cyrulnik un psiquiatra, neurólogo, psicoanalista y etólogo, fue el que dio a conocer el concepto en su famoso libro “Los patitos feos”.
Ejemplos de resiliencia
A lo largo de la historia podemos encontrar varios ejemplos de este concepto, de los cuales podemos destacar tres que tienen impacto en la cultura actual.
En primer lugar tenemos el científico Stephen Hawking, que a pesar de su enfermedad que le genera grandes limitaciones físicas las cuales le impiden casi por completo el movimiento de su cuerpo; esto no lo ha detenido a la hora de hacer sus investigaciones ni mucho menos al momento de elaborar sus teorías por las cuales se ha vuelto tan famoso.
Por otro lado tenemos al político sudafricano Nelson Mandela que fue un gran ejemplo viviente de este término, ya que por el simple hecho de tener ideales políticos que iban en contravía a los de la época, fue injustamente encarcelado durante 27 años. Vivió muchas situaciones de discriminación y violencia física, y aun así se postuló como presidente de su país y con gran perseverancia y trabajo duro, ganó las elecciones.
Para terminar podemos destacar al libertador Simon Bolivar, que aunque hoy en día es un personaje emblemático de la historia Colombiana, él se tuvo que ganar a pulso ese título pasando muchas adversidades a lo largo de su vida. A una edad muy corta perdió a sus padres quedándose huérfano, viéndose obligado a tomar las riendas de su propia vida y ocuparse de sí mismo. Mas adelante a lo largo de su vida política tuvo una grandes y numerosas derrotas lo cual lo llevo a las puertas del fracaso, pero aun así siguió adelante hasta liberar a las américas. En su vida amorosa perdió a su esposa al poco tiempo de casados y nunca puede consumar su amor con su enamorada: sin embargo eso nunca lo detuvo. Este famoso personaje nos dejó una frase que perduraría en el tiempo y seria la perfecta para ilustrar el término de la resiliencia; “El arte de vencer se aprende en las derrotas”.
Tips para ser una persona resiliente.
Introspección
La primera de las claves para desarrollar tu resiliencia es comprenderte a ti mismo. Para ello, saber escucharte; hablar con esa voz interior que está conectada con ese caudal de sentimientos y emociones, esto será clave. Para lograrlo, detente y medita durante algunos momentos del día.
Motivación
Desde la psicología budista se defiende que la adversidad debe servirnos de impulso para aprender. Tanto de lo bueno como de lo malo se puede obtener un aprendizaje. Por tanto, si en lugar de observar los problemas como una traba en nuestra vida los vemos como una posibilidad de desarrollo personal, sin duda, estaremos optando por una opción que nos va a enriquecer de forma notable.
Autorregulación
Está bien que sientas rabia, pena, desconsuelo, tristeza, etc. Es esencial llorar y desahogarnos: pero una vez hayamos pasado esta etapa, toca levantarnos y regular estas emociones, racionalizándolas primero hacia la aceptación y luego a la superación.
Positivismo
Sabemos que en ocasiones no es fácil ser positivo, que las tristezas nos azotan sin que nadie se lo espere, sin que nadie se haya preparado para ellas y que puede resultar imposible asomar una sonrisa en tales circunstancias. Pero ten por seguro que no hay amanecer que no haya podido vencer al anochecer, y lo que hoy te parece tan negro, poco a poco irá perdiendo esa intensidad si te enfrentas a ello con fuerza y optimismo.
¿Y tu eres resiliente?
